Nightcrawler supone el debut tras las cámaras del guionista
Dan Gilroy ( fue el encargado de los libretos de la película de culto Freejack,
la correctita Acero Puro y la maravillosa The Fall). Digo esto, por que viendo
sus precedentes no podía esperarme el retrato tan incisivo que desprende su
libreto y la dirección de su ópera prima, mas arriesgada de lo que parecía…pero
sobre todo se ha venido hablando largo y tendido la interpretación de Jake
Gyllenhall en este film, uno de esos actores que durante estos últimos años ha
decidido por apostar en proyectos muy interesantes consiguiendo que se
convierta en uno de los mejores actores (por no decir, el mejor) de su
generación gracias a una versatilidad en cada proyecto que le están haciendo crecer
su talento a pasos agigantados (creo firmemente que su punto de inflexión fue a
raíz del fracaso de Prince of Persia…pero eso es otra historia). Y en
Nightcrawler, desde luego, ofrece una de sus actuaciones mas impactantes y de
la que, injustamente, no se ha visto recompensado con una nominación al Oscar,
cuando queda palpable el sacrificio del actor ante semejante personaje. Pero
vayamos al asunto ¿ Nightcrawler merece la pena mas allá de su interpretación?
Tanto, que entrará en mi ranking como lo mejor que podremos ver en 2015.
Louis Bloom (Jake Gyllenhaal) es un joven sin empleo ni
escrúpulos que decide adentrarse en el mundo del periodismo sensacionalista
tras ser testigo de un brutal accidente.
Con esta premisa es mas que suficiente para describir esta
historia, pues, de forma muy resumida, describe perfectamente lo que es el
film…y este no te engaña lo mas mínimo. Su historia la exprime hasta sus
últimas consecuencias, y la sensación que queda al finalizar la proyección, es
que el espectador se ha visto recompensado ante un relato que va directo a la
yugular, sin compasión, sin florituras. Un retrato descarnado de una sociedad
que se mueve por pura desesperación y egoísmo, siendo claro y conciso en su
discurso. Y funciona maravillosamente bien por que nos pone como absoluto
protagonista a un hombre sin compasión, sin alma y del que el mismo se describe
como alguien que no gusta a las personas…me recordó en cierta medida al
personaje de Gordon Gekko en Wall Street, pero dejando que esta vez, sea este
el protagonista y no el secundario (como ocurría con el film de Oliver Stone).
Aptitudes similares para un mismo fin sean cuales sean las consecuencias…y
funciona increíblemente bien. El guión, cargado de un humor negro muy
agradecido, transmite una sensación de desesperación y asfixia, que se describe
perfectamente en los dos personajes que rodean al protagonista…su jefa Nina
(Renne Russo) y su “becario” Rick (Riz Ahmed), los polos opuestos de una
sociedad inmersa en plena crisis, y que con solo estos dos, consigue hacer una
descripción de cómo funciona un sistema depredador, como si fuera Louis un
titiritero que mueve a sus muñecos a su antojo.
Pero la dirección de Dan Gilroy no se queda atrás…para
tratarse de una ópera prima, desde luego su director maneja los resortes del
cine con una profesionalidad mucho mas elevada que otros que llevan en el
gremio años y años. El pulso narrativo de sus diálogos es fantástico (atención
a la cena en un mexicano entre Nina y Louis...una de las relaciones mas enfermizas
que he visto en pantalla desde hace tiempo), la tensión que maneja es precisa y
manejada con mano maestra (Louis metiéndose en una casa al escuchar disparos),
y las escenas de acción resultan fantásticas gracias a un montaje esplendido
que permite que nos enteremos de todo y con un sentido del ritmo plausible (el
maravilloso clímax). Pero en lo que mas destaca Gilroy es a la hora de trabajar
su atmosfera…enfermiza, asfixiante y muy, pero que muy perturbadora…creo que se
trata del film mas perturbador que se estrenará este año debido al tono
alienado que adopta de su protagonista y del ambiente que le rodea, pues asusta
por lo creíble que puede resultar esta visión sin escrúpulos de la sociedad y
,en especial, de la ciudad de Los Angeles (desde luego, la imagen de la ciudad,
no sale muy bien parada).Cierto es que agarra de excesos (Louis conduciendo a
toda velocidad por la ciudad sin ningún tipo de retención), pero no desentona
debido a cómo nos presenta a la ciudad y a su gente…una ciudad sin ley en su máxima
expresión. Resumidamente…la dirección de Dan Gilroy es de una solidez increíble
para tratarse de una ópera prima.
Y luego esta Jake Gyllenhal…su interpretación en esta
película es increíble por que, a cambio del carisma que ofrecía Gordon
Gekko…este personaje carece de él. Su personaje cae mal al resto de la
humanidad y el actor consigue esa sensación alienada de su personaje a la
perfección, tanto en su tratamiento físico (el actor adelgazó muchísimo para
este papel) como psicológico (maravilloso momento cuando entra por primera vez
a los estudios de TV junto a Nina).Desde el minuto uno, Gyllenhall ofrece un
recital imprevisible (nunca sabemos cómo reaccionará), que le permite
explayarse a gusto (desde luego, el actor se lo tuvo que pasar en grande) y que
se mete en un personaje difícil como si fuera una lapa…no se despega de el ni
un solo instante. Un personaje perdurable al igual que su interpretación, que,
inmerecidamente, no se ha visto recompensado en los premios de la Academia.
Tampoco me gustaría olvidar a una genialmente recuperada Rene Russo (que
mantiene unas escenas con Gyllenhall sencillamente, explosivas) , un Riz Ahmed
fantástico (qué bien perfila a su personaje…y su tratamiento en el guión es
impecable) y un estupendo Bill Paxton (cuyo papel es la competencia de nuestro
protagonista).
Y si todo esto fuera poco, el film cuenta con una fotografía
que retrata la ciudad de Los Angeles como si fuera un purgatorio, donde viven
almas desesperadas por sobrevivir (siendo nocturna en la mayor parte de su
recorrido), un montaje esplendido que permite que el ritmo no nos despegue ni
por un solo instante de la pantalla (no sufre ningún altibajo grave) y sobre
todo una banda sonora de James Newton Howard que ha sabido captar la visión
enfermiza y perturbadora de su director a la película, metiéndose la música en
la piel de su protagonista Louis, y transmitiendo los momentos emocionales de
este, creando un contraste con lo que vemos brutal, transmitiendo esa sensación
perversa y malsana que sus creadores quieren transmitir (atención al momento
cuando Louis se deleita con el plano ante un seguro cadáver y la música nos
transmite su sensación de triunfo…un momento enfermizo).
Nightcrawler es así una de las cintas imprescindibles de
2015. No es una obra maestra ni mucho menos, pero meditándola, creo firmemente
que cumple con todos los objetivos que se propone, que no son pocos. Y a día de
hoy, una película que ofrezca solidez, rotundidad y eficacia en su discurso se
merece mi atención y mi admiración, en unos tiempos de corrección de los que,
Nightcrawler, huye. Un retrato despiadado del periodismo, de la sociedad, de la
crisis, de Los Angeles….un film imprescindible.
GENERALIZANDO: sordida y perturbadora
Puntuación: 9
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