Siempre Alice parece estar dedicada a todas aquellas personas que han sufrido la enfermedad del Alzheimer de alguien cercano. Digo esto por que la opinión de la película va a depender ,de manera subjetiva, de la opinión del espectador hacia esta cinta. Lo aviso, primordialmente, por que el tema que trata este film habla sobre algo que me ha tocado vivir muy de cerca en el entorno familiar, de manera que, aunque intente ser objetivo, lo mas seguro es que otro espectador que no haya sufrido un caso similar no tenga la misma sensibilidad sobre el tema que otro que lo haya sufrido en sus propias carnes. En ese sentido, Siempre Alice nos habla de lo duro que es enfrentarse a semejante enfermedad y cómo lo viven el resto de sus familiares (aunque en este caso el protagonismo se centra en la que lo padece). Y después de visionar el film, desde luego, muy correcto, he de decir que plasma perfectamente ese sentimiento de impotencia ante una enfermedad que no tiene cura y que, psicológicamente, es muy dolorosa.
La sinopsis oficial dice así: Alice Howland (Julianne
Moore), felizmente casada y madre de tres hijos adultos, es una conocida
lingüista que empieza a olvidar algunas palabras. El devastador diagnóstico de
alzheimer de inicio precoz pone a prueba las relaciones familiares. Su lucha
por seguir conectada a la persona que fue es desgarradora, conmovedora y
estimulante.
Un aviso, especialmente a aquellos que han padecido la
situación en sus carnes: llevaros kleenex. Lo digo, por que el film retrata muy
bien esta enfermedad con situaciones dramáticas que, cualquiera que lo haya
sufrido, se verá reconocido en la pantalla. Y sobre este tema quería hablar yo,
y no precisamente como algo positivo: hay instantes en Siempre Alice que busca
tan desesperadamente la lágrima fácil que resulta demasiado manipulador, con
unas intenciones que, aunque agradecidas, resultan demasiado evidentes (hablo
del la escena de la convención, cuyo excelente discurso se va por agua de
borrajas ante una puesta en escena que usa una evidente música dramática y
muestra a todos los presentes con lágrimas en los ojos...en resumidas cuentas,
el director te dice que tienes que llorar si o si).Con esto quiero decir que no
hacía falta exaltar el drama de la cinta para sacar las lágrimas del espectador
de forma evidente, pues el tema tratado ya es lo suficientemente dramático de
por sí como para hacerlo aún mas obvio.
Pero es en los detalles donde esta película acierta…detalles
que se deben, principalmente, a la interpretación de Julianne Moore, que, como
siempre, está esplendida. El proceso de cambio que sufre el personaje está muy
bien tratado por sus creadores, y lo cierto es que vemos cada fase del proceso
que sufre la protagonista. Es cierto que el film peca de elipsis en el tiempo
demasiado bruscas y poco claras, pero nunca nos aleja de Alice, que es lo
principal, y lo cierto, es que es tan creíble su progresiva pérdida que
conmueve presenciarlo. Especialmente unos 20 minutos finales donde el film pone
la mano sobre la mesa y nos muestra, tal cual, como se sufre esta enfermedad en
su fase plena (la escena final resulta desgarradora por una interpretación de
su actriz inmensa…).En ese sentido, Julianne Moore consigue ser el personaje y
su transformación la plasma tan bien que solo caben alabanzas a su trabajo (los
balbuceos, esa mirada perdida...).
Está claro que Siempre Alice es un film para el lucimiento
de su intérprete principal (es mas, ella es el pilar fundamental de la
película), pero el resto del reparto tampoco desmerece: Alec Baldwin cumple
correctamente en la piel de marido que debe sufrir en sus propias carnes la
enfermedad de su esposa (aunque su personaje quede desaprovechado); Kate
Bosworth está estupenda en su rol de hija mayor (y cuyo tratamiento en el guión
me pareció de lo mas interesante); y Kristen Stewart, lo cierto, es que
sorprende para bien, y aunque carezca de la intensidad necesaria que siempre se
le echa en cara a la actriz (con razón), cumple muy bien y consigue que su
personaje resulta creíble (atención a su cara cuando Alice la felicita por su
trbajo como actriz…).El entorno familiar , de clase media, aunque es cierto que
se pudo aprovechar de forma mas intensa, conmueve a base de sencillez y
credibilidad.
Es cierto que si a algo se le puede achacar al film es de
que no se diferencia del típico drama de sobremesa que transmiten los fines de
semana, debido a una puesta en escena, que aunque intenta darle un toque
personal (la cámara desenfocando objetos y personas o la sequedad de sus
últimos minutos), resulta de lo mas funcional. También debido a su forma
evidente de buscar la lágrima fácil a través de una música sensiblera de Ilan
Eskheri, que aun con todo, funciona…y seguramente el público que no haya
sentido ningún tipo de conexión con esta enfermedad, los sentimientos que
transmite el film no les llegará de la misma manera que a otros, aunque
afortunadamente, conocerán el sufrimiento de las personas que lo padecen, al
igual que sus familiares.
Familiares y pacientes a los que ésta película, desde luego,
conoce muy bien. Siempre Alice nos recuerda que, a pesar de las adversidades de
la vida, siempre tenemos el amor de alguien: un marido, un padre, una madre, un
hijo…Un amor que no conoce de enfermedades y que es lo único que nos sustenta
el alma. Puede que ésta película será una mas para muchos de ustedes, pero para
los que hemos sufrido esta enfermedad de cerca, llega a calar hondo al
transmitir la sensación de que no estamos solos, que hay alguien que nos
comprende, que nos entiende…y todo a través del cine. Gracias por este regalo.
Crítica dedicada a mi abuela, que falleció a finales de año
a causa de esta enfermedad, y a todos aquellos que lo han sufrido de cerca o lo
han padecido.
GENERALIZANDO: creíble retrato de Alzheimer
Puntuación: 6,5
P.D.: crítica escrita para Factoría del cine por un servidor
P.D.: crítica escrita para Factoría del cine por un servidor
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